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VERDAD Y JUSTICIA

PRONUNCIAMIENTO DEL MOVIMIENTO RAIZ


En un país desangrado y devastado por una cruenta guerra interna, iniciar un proceso de reconstrucción y reparación pasa por el reconocimiento de las responsabilidades jurídicas y de las condiciones estructurales que desencadenaron un escenario de horror y muerte en el Perú, con cicatrices abiertas y crímenes no resueltos aún. En ese sentido, y ante la inminente presentación del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el Movimiento Raíz manifiesta lo siguiente:

Sobre la guerra como violencia organizada:

La guerra, como empresa moderna, tiene un trasfondo racional que no la hace menos cruel. En nuestro país, la denominada guerra interna se ejecutó mediante doctrinas fundamentalistas y prácticas autoritarias y tutelares, que terminaron desencadenando una violencia que tuvo como principal sujeto expiador a poblaciones secularmente marginadas y excluídas de nuestra sociedad. Empero, aunque la guerra evidenció y profundizó abismales desigualdades e inequidades, también puso de manifiesto la capacidad de la población en organizarse frente a la violencia. En ese sentido, las organizaciones subversivas, las fuerzas del orden y la izquierda peruana tradicional terminaron demostrando su incapacidad en articular un proyecto de país, precisamente por partir de la violencia, el caudillismo y la intolerancia como ejes de sus propios proyectos.

Sobre las causas y agentes de la guerra interna:

Esta guerra, que hizo del terror una práctica sistemática y cotidiana, tuvo como principales causas conflictos irresueltos en la conformación de nuestra sociedad, de carácter étnico, social y cultural. Prueba de esto se expresa en el hecho que, de las 60 mil víctimas calculadas a la fecha, el 75% corresponde a quechua hablantes, triplicando esta cifra el número de víctimas de la guerra de la Independencia y de la guerra del Pacífico. ¿Quiénes hicieron posible estas atrocidades? Si bien es fácil asumir un papel neutral e incluso defensivo, es evidente que los agentes de la violencia organizada son aquellos personajes e instituciones que, de una u otra forma, contribuyeron a la destrucción del país y de sus habitantes. Aunque podemos reconocerlos es necesario nombrarlos y, aunque no todos comparten la misma responsabilidad, es importante que se denuncie su papel en esta guerra. De allí la trascendencia en conocer qué paso y quiénes son los principales responsables de la violencia.

Sobre el miedo a la verdad:

¿Quiénes temen a la verdad? De acuerdo a un dicho, toda carta siempre llega a su destino. Esto significa que sólo teme la verdad quien se siente aludido por el contenido de dicha carta, en este caso, el Informe de la CVR. Por ello, no es extraño que tanto la mafia fujimontesinista, la derecha conservadora y el APRA confluyan con Sendero Luminoso y el MRTA en su interés (y en el temor) por deslegitimar una revisión de nuestra historia reciente. Por otra parte, creemos que quiénes esperamos la verdad (tanto deudos de las víctimas como cualquier persona en capacidad de recordar y reflexionar) no pretendemos alcanzar una verdad fáctica sobre un hecho olvidado, sino principalmente rememorar el pasado, pues "evocar" transforma radicalmente el sentido histórico sobre el cual se construyen los pueblos y las identidades. En ese sentido, el re-conocimiento conlleva a una transformación de las condiciones de existencia, que evidentemente no parece beneficiar a quienes temen verse expuestos a la verdad. ¡Recordar para Aprender!

Sobre el trabajo de la CVR:

El contexto de transición democrática en que se iniciaron las investigaciones de la Comisión de la Verdad permitió un trabajo que hasta la fecha ha contado con un respaldo mayoritario, aunque equívoco. Esto implica que no solo basta con iniciar procesos judiciales o reparaciones civiles, con plantear una instancia de seguimiento e incluso reorganizar el Poder Judicial. Si bien esto es importante, el informe de la CVR representa un hito a partir del cual reflexionar qué significó la insurgencia subversiva, y el papel de la izquierda en este período. Por ello, a partir de la presentación del informe podremos afirmar que estamos ante el final del principio, y no ante el principio del final, pues aún hace falta mucho camino por recorrer dentro de una larga tradición radical, en donde la izquierda debe redefinirse como proyecto alternativo de vida, o morir.

Sobre el compromiso y la responsabilidad ante la verdad:

Hay otro sentido para la carta que siempre llega a su destino, y radica en el hecho que el destino de todo ser vivo es morir. Sin embargo, no hay ideología ni aparato u agente que tenga el derecho de arrebatarnos la vida. Sólo afirmando la vida podemos ser libres, recuperar nuestra memoria y construirnos un porvenir, y ello es posible en tanto nos comprometamos con la verdad, y dicha verdad sólo será posible en tanto nos reconozcamos iguales, practiquemos la libertad y asumamos la responsabilidad de nuestros actos, por terribles o siniestros que parezcan

¡Por respeto a la Verdad y la Vida: No a la Impunidad!
¡Sólo la verdad nos hará libres! ¡Sólo la lucha nos hará libres!
¡Otro Mundo es Posible!


MOVIMIENTO RAIZ - PERU
Lima, agosto del 2003



Publicado en indymedia - Perú (http://www.peru.indymedia.org) 27-08-2003