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Nuevos peritajes antropológico-forenses revelarían graves excesos en El Frontón


Alfredo Alí Alava

Las fuerzas del orden que participaron en el debelamiento del motín de El Frontón, entre el 18 y 19 de junio de 1986, se habrían ensaņado con los reclusos acusados por terrorismo, algunos de los cuales se hallaban inermes, según indicios encontrados tras la realización de nuevos peritajes antropológico-forenses a los que tuvo acceso El Comercio. Los hechos habrían sido de una crueldad tal, que el fiscal para desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales, Mario Gonzales Díaz, denunció a un grupo de marinos de rango menor de haber cometido homicidio calificado. No obstante, exculpó de toda responsabilidad al ex presidente Alan García Pérez y al exvice ministro del Interior Agustín Mantilla Campos.

De acuerdo con los peritajes llevados a cabo por el Centro Andino de Investigaciones Antropológicas (Cenia), varios internos habrían sido ultimados con explosivos, disparos desde muy corta distancia y heridas de bayoneta. Así, al menos, se desprende del informe que evacuó dicha entidad que, para el caso, se constituyó en perito de parte al amparo de una autorización del Ministerio Público. El informe, de 400 folios, fue elaborado por los antropólogos forenses Carlos Bacigalupo Salinas y María Barreto Romero. Ambos tienen gran experiencia, pues han trabajado en la identificación de cadáveres de Bosnia-Herzegovina, Croacia y Kósovo. La primera parte de este trabajo fue practicada sobre aproximadamente 46 de los 135 cadáveres que terminaron bajo los escombros del Pabellón Azul.

Algunos de los casos, especialmente aquellos que ofrecen mayores indicios de que las víctimas fueron asesinadas a mansalva, probablemente cuando ya se habían rendido, son sin duda espeluznantes. Por ejemplo, los exámenes practicados en el cuerpo de Alfonso Gonzales Toribio (Protocolo de Necropsia 1222-03) revelan que este interno sufrió la fractura de ambas piernas por el estallido de explosivos y que, en esas condiciones, no podía dar un paso. Durante gran parte de las acciones habría permanecido postrado. Pero en esa situación, habría recibido varios disparos en el tórax y otros seis balazos (tipo ráfaga) en la cabeza. Además, recibió un balazo en la nuca que, bien pudo ser un tiro de gracia. Asimismo, las lesiones en Edgar Sicha Romaní (P.N. 1047-03) son compatibles con armas de fuego o explosivos, cuya distancia de detonación no ha sido establecida fehacientemente. Empero, los forenses encontraron que el hueso sacro (parte de la cadera) de este recluso fue partido en dos por sus victimarios, de manera longitudinal, al parecer cuando aún estaba vivo. El corte fue hecho con arma blanca, que pudo haber sido una bayoneta. Otro dramático caso, por el aparente ensaņamiento, es el de César Rojas Yupanqui (P.N. 1223-03).

Los exámenes periciales demuestran que no solo sufrió los efectos letales de una explosión en el lado izquierdo de su cuerpo, sino que terminó aplastado por grandes moles de concreto. Pero lo más grave es que presenta una herida punzopenetrante en la cabeza. Los especialistas consultados indican que recibió un bayonetazo en el cráneo. El caso de Alejandro Chancasanampa Castro (P.N. 822-03) muestra asimismo seņales de gran crueldad. Dicho interno habría sido masacrado a bayonetazos. Los exámenes han evidenciado que tiene lesiones de arma blanca en las costillas, en la columna vertebral, en la pelvis y en el cráneo. En esta última parte del cuerpo se le encontró una profunda herida punzopenetrante delante del pabellón de la oreja izquierda que va hacia la parte interna de la cavidad craneana que le comprometió el ojo de ese lado. También muestra lesiones producidas por explosivos lanzados a distancia media y por la caída de bloques de cemento (aplastamiento).

Asimismo, otros tres casos pueden evidenciar que las fuerzas del orden se extralimitaron. Se trata de los reclusos Roberto Durand Sandoval (P.N. 815-03), Mariano Sulca Tanta (816-03) y Claudencio Mendoza Reyes (825-03), quienes murieron por el estallido de explosivos que les fueron lanzados desde corta distancia.

Sepa más

- Cenia se constituyó como perito de parte a pedido de la Asociación Americana de Juristas y con la autorización de la fiscalía especial que despacha el doctor Mario Gonzales Díaz.
- Por lo tanto, deberá participar en un debate pericial frente al Instituto de Medicina Legal que, como organismo oficial, realizó exámenes cuyos resultados fueron rechazados por los familiares de los reclusos muertos.
- Los deudos se negaron a recibir los cuerpos, argumentando que las identidades no correspondían a las de sus parientes muertos. Solo dos familias aceptaron los restos.
- De persistir la posición de las partes en el debate pericial que se avecina, el juez podría nombre a un perito dirimente, o simplemente tomar como cierta la versión que, según su criterio, se acerque más a la verdad.

El Comercio - Lima, 10 de julio del 2005

Fuente: Red de noticias Política Cono Sur (politicaconosur.gruposyahoo.com)