Jose Carlos Mariátegui      PERU KÄMPFT
UNA PUBLICACION DEL CIRCULO DE TRABAJO MARIATEGUI  EN ESPAÑOL Y ALEMAN
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N° 9
EL RELIEGUE POLÍTICO GENERAL EN ALEMANIA

Introducción:
La situación política internacional y la situación política nacional de Alemania están determinadas por la contradicción entre revolución y contrarrevolución. Actualmente tenemos que ver con una recuperación transitoria del imperialismo (= contrarrevolución) y un repliegue político general de la revolución. Este hecho no todos lo perciben conscientemente y hay quienes lo ponen en duda. Sin embargo, sólo si se hace un análisis correcto de la situación actual de la sociedad, se está en condiciones de encontrar los medios adecuados para manejar esta situación y avanzar.

Este artículo tiene el objetivo hacer ver las características principales de la situación internacional de los dos caminos (revolución y contrarrevolución) y señalar a través de algunos fenómenos cómo se especifica esta situación en Alemania. En la primera parte trataremos el lado del imperialismo, dando algunos datos que mostrarán que también en Alemania la recuperación transitoria es un hecho y, cómo se manifiesta en lo económico, político e ideológico.

En una segunda parte, analizaremos la situación de la revolución - el actual repliegue político general - y sacaremos conclusiones de la situación de la lucha de clases en Alemania. Nuestro objetivo es determinar la situación de los dos lados contrarios - las fuerzas revolucionarias y contrarrevolucionarias - y reflexionar qué hacer para fortalecer y desarrollar el lado de la revolución. Esta investigación sólo la consideramos un primer paso y estaremos agradecidos de sugerencias y aportaciones.

I. SOBRE LA RECUPERACÍON TRANSITORIA DEL IMPERIALISMO
El carácter del imperialismo

Lenin definió las características del imperialismo de la siguiente manera:
Las características económicas: El imperialismo por su carácter es monopolista, parasitario y agonizante.

a) El imperialismo es monopolista.
    "El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada importancia la exportación de capitales, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda la Tierra entre los países capitalistas más importantes.
    (Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, enero - junio de 1916)
La base económica del imperialismo es el capital monopolista. esta tesis de Lenin es justa y correcta y una ley ineludible.

Hoy se presentan especialmente tres factores:
La concentración progresiva de capital y paralelamente la internacionalización de los productos y la distribución.
La redistribución del capital monopolista estatal hacia el capital monopolista no estatal.
La restricción de las fuerzas productivas.

La 'globalización' y la 'división internacional del trabajo' que hoy tanto se discute no muestra nada más que los fenómenos en las que se basa la teoría de Lenin: la concentración progresiva de capital, su movilidad global y consorcios organizados a nivel internacional con la creciente explotación de las fuerzas de trabajo que conllevan.

La concentración progresiva se manifiesta en todos los sectores económicos. Así en Alemania se propone p. e. 'que las compañías aseguradoras deben hacerse más competitivos a través de fusiones y concentración' (en Alemania figura en primer lugar la 'Allianz', le sigue la 'Ergo' que es resultado de una fusión). En el sector de la industria se puede mencionar el contrato de cooperación entre Mobil Oil y BP; el primer intento de una mayor monopolización del sector metalúrgico con la fusión de 'Krupp' y 'Thyssen' (con participación importante de la 'Deutsche Bank') que fracasó al último minuto, pero que ya se vuelve a debatir. Los grandes bancos alemanes - en primer lugar la 'Deutsche Bank', seguido por la 'Dresdner Bank' y luego la 'Commerzbank' - ya en el primer semestre de 1997 han podido anotar en ganancias récords sus balances. El poder de los bancos se sustenta en participaciones de empresas de otros sectores, la concesión de créditos y asesoramiento de empresas, el control de los ejecutivos a través de mandatos en los consejos de vigilancia y la mayoría de votos en muchas compañías (voto de depósito). El 'Otto-Versand' desde 1986 se ha convertido en el mayor grupo de venta por correspondencia a nivel mundial (ventas anuales en 1986: 10.900 millones de marcos). En el transporte marítimo en el futuro sólo diez empresas con base internacional se repartirán el mercado mundial (según el diario 'Hamburger Morgenpost', 29.1.97); y el director ejecutivo de 'Höchst' Jürgen Dormann expresó que 'Höchst' 'ya no es una empresa alemana ... más bien se encuentra en el camino a convertirse en un consorcio farmacéutico y químico global' (según la revista 'Der Spiegel', 39/96).

El imperialismo en su largo proceso de agonía vive una recuperación transitoria.

Desde el punto de vista estratégico el imperialismo es un tigre de papel y se encuentra en agonía. Sin embargo, desde el punto de vista táctico es un tigre verdadero que vive una recuperación transitoria. Por tanto ahora se encuentra a la ofensiva. Esta por un lado es el resultado de su recuperación transitoria; por otro lado, es el repliegue político general de la revolución proletaria mundial favorecido este desarrollo, porque en la cuestión de la ofensiva y defensiva siempre se trata de un proceso dialéctico.

Las manifestaciones de la recuperación actual del imperialismo son evidentes. El FMI predice un crecimiento económico de la economía mundial de 3,8% en 1996 y de 4,1 en 1997, que sería el mayor desde hace una década. De acuerdo a ello la economía alemana en 1997 tendrá un crecimiento de 2,4%. El Banco Mundial cerró el ejercicio de 1996 con una ganancia de miles de millones (1187 mil millones de dólares frente a 1350 mil millones de dólares el año pasado). Las bolsas de valores en 1996 registraron alzas entre 20 y 30% y, para 1997, se pronostica un año récord de la bolsa. En 1995, empresas alemanas invirtieron 50 mil millones fuera de la República Federal de Alemania, es decir, casi el doble que 12 meses antes. El 'Dresdner Bank' a través de 'nuevas oportunidades de exportación e inversiones, debido a la democracia y la economía de mercado en América del Sur y Central' (según la sociedad filial para Latinoamérica 'Dresdner Bank Lateinamerika AG') registro un aumento de sus utilidades de 32% a 199 mil millones de marcos. Y para 1996 las empresas alemanas informaron de dos récords del comercio exterior: Con 784 mil millones de marcos se vendió más mercaderías en el extranjero que nunca antes, y el saldo activo de exportación creció a 97,6 mil millones de marcos, alcanzando su máximo nivel desde la reunificación alemana.

Al mismo tiempo, las diferencias entre pobres y ricos se acentúan crecientemente. Mientras p. e. Bill Gates gana 1000 marcos en cada secundo los pobres cada vez son más pobres. Las veinte empresas más grandes del mundo - entre ellos Mitsubishi (No. 1), la compañía petrolera Royal Dutch/ Shell (No. 10) y Daimler Benz (No. 17) - vendieron más que el PBI (Producto Bruto Interno) de los 80 países más pobres juntos (y controlan cerca de 250.000 sociedades filiales en el extranjero). Según la estadística del impuesto sobre la renta del Instituto Federal de Estadística (Statistisches Bundesamt) de Alemania, entre 1989 y 1993 el número de los millonarios aumentó en un 21% a 313.000. Por otra parte, en 1996, más que 4 millones de ciudadanos alemanes recibieron ayuda social, 20% de los alemanes vivían cerca o debajo del límite de pobreza (= la mitad o menos del ingreso neto) y aproximadamente 10% son desocupados. Más millonarios pagan cada vez menos impuestos, mientras un pronóstico del servicio de información económica Dun & Bradstreet predice que en este año más que 26.100 empresas alemanas irán a la quiebra, lo que corresponde a un aumento del 17% frente al año pasado. Allí se ve como la pequeña burguesía y parte de la burguesía media 'están molidas entre los frentes', es decir, unos pocos logran pasarse a la gran burguesía y el gran resto empobrece y baja de clase. Además se concibe que la recuperación actual del imperialismo se impone a costo de mayor explotación y empobrecimiento de una parte cada vez más creciente de la humanidad.

Las raíces económicas de la recuperación actual del imperialismo se ve en: (1) el desarrollo de nuevos ramos de producción como la comunicación, la genética la informática, la emergía nuclear, la explotación del fondo del mar etc., lo que crea nuevas posibilidades de inversión. Además los monopolios se hacen patentar todas las modificaciones genéticas (manipulación de plantas y animales) y, hasta crean nuevas especies y ganan dinero con los patentes. (2) El amplio proceso de militarización de la economía imperialista a través de la industria militar con la fabricación de armas nucleares, electrónicas y convencionales las que, además de servir a imponer el dominio imperialista, son fuente económica. (3) Otra base para la recuperación transitoria conforma el proceso de privatización de las funciones sociales del Estado como salud, seguridad, pensiones etc. Este proceso lleva a aumentar el poder de los monopolios que se apropian las empresas estatales, creadas con los impuestos del pueblo y reduce la actividad del Estado en estos sectores. (4) Con la mayor explotación y el recorte de los derechos del pueblo se saca aún más ganancia del trabajo de los hombres, mientras al mismo tiempo el imperialismo restringe las fuerzas productivas en su desarrollo p. e. retirando inversiones, causando desocupación y bajando la capacidad de producción por la sobreproducción. (5) La acumulación adicional del capital existente a través de especulación, mercados financieros virtuales, con otras palabras 'el corte de cupón'.

El problema de las crisis del imperialismo es la saturación del mercado. Por eso tiene que encontrar o desarrollar cada vez más y nuevos mercados y productos para mantener vivo al capitalismo. El cambio de la base económica (hasta hace poco la industria petrolera, de carbón y metalúrgica) con el desarrollo de nuevos ramos de producción exige una reestructuración de la economía (la llamada crisis estructural). Sólo los monopolios están en condiciones de reunir las enormes cantidades de capital que se necesita para esta reestructuración. Así la competencia más aguda favorece aún más los monopolios porque sólo ellos pueden actuar a nivel mundial ('global players'); y además entre ellos también se ven forzados a una cada vez mayor monopolización si quieren sobrevivir. Por la 'nueva división internacional de trabajo' por la cual los países que tienen mucho dinero se especializan en productos de alta tecnología y la producción masiva se traspasa a países del Tercer Mundo y, por la creciente reducción de los empleos, el ejército de desempleados disponibles se incrementa permanentemente y el temor del desempleo es fomentado más aún. De este modo, se crea las condiciones para una mayor explotación. El llamado 'debate de ubicación' (Standortdebatte) además sirve a aumentar más la presión de trabajo y minar las acciones de los trabajadores para defender sus derechos. Así los mismos sindicatos limitan sus pedidos de aumento de sueldos y salarios a un mínimo o ofrecen una disminución de la jornada semanal con menores salarios para así supuestamente mantener los puestos de trabajo. Nuevos 'remedios milagrosos' como el llamado 'Lean Management' (con la formación de equipos de trabajo se aumenta la productividad y los obreros asumen aún una parte de las tareas administrativas), la producción 'just-in-time' (por la reducción de tiempo y costo de transporte cada producto puede fabricarse allí donde resulta más barata la producción) y 'job-sharing' (dos trabajadores comparten un puesto de trabajo y naturalmente cada uno en cuatro horas trabaja más que uno en ocho horas) son nada más que la expresión de la creciente explotación y la imposición del modo de producción creciente cada vez más monopolizado.

Todo esto en Alemania lleva a una situación en la cual muchas empresas hacen producir en el extranjero y, a lo mucho, mantienen aún su sede en el país, siempre y cuando no reciben más facilidades fiscales en otros países. La restricción de las fuerzas productivas se expresa en la existencia de un creciente ejército de desocupados. El Estado que amontona cada vez más medios de producción con el pretexto de privatización traspasa crecientemente sus funciones sociales - salud, seguridad, transporte, educación etc. - al capital monopolista no estatal. Se hace todo para conseguir con un mínimo de costos ganancias máximas en los tres ramos que viven un boom - la tecnología de informática, los medios de información y entretenimiento, la telecomunicación. Para ello se crea nuevas empresas por doquier, se las traslada a otros lugares, se crea filiales, se compra y fusiona firmas. A consecuencia, naturalmente muchas empresas medianas y pequeñas van a la bancarrota (hay un elevado número de quiebras). Para el trabajo se utiliza 'franquiciados' ('independientes' bajo un sólo techo), 'trabajadores de profesión liberal' (que son tan 'libres' que se les permite pagar su seguro social solos y que no tienen ningún respaldo por un contrato) o trabajadores temporales o 'prestados' de las agencias de colocación (que se puede contratar y botar de un día al otro según las necesidades de la empresa), de tal manera que en muchos sectores los puestos de trabajos estables son la excepción. Para la mayoría de las personas en Alemania la vida sólo consiste de trabajar y dormir. Para todo lo demás ya no hay energía. Y el fin este desarrollo aún no está en vista: A lo que se apunta es una situación como en los EE.UU. donde el desempleo ha bajado por los llamados 'empleos baratos' con las que se gana apenas más que la tasa de ayuda social, pero como ésta se paga sólo durante un plazo limitado, hasta enfermos y personas con otras limitaciones se ven obligados a aceptar este tipo de empleo.

En Alemania se apuesta cada vez más a la tecnología y la ciencia. Los ramos de producción que reciben un trato de preferencia son las tecnología de informática, los medios de información y entretenimiento y la telecomunicación, pero también la genética humana (p.e. la confección de seres humanos), la producción militar, p. e. la construcción de los satélites de espionaje Helios II y Hornus, el rearme y nuevos sistemas de seguridad contra la creciente delincuencia y el crimen organizado. Aparte de la creación de nuevos productos, también se está llevando adelante una reorganización de las empresas (por lo cual surgen empresas de asesoramiento improductivas por todas partes) y la fundación de fondos de capital de riesgo para cubrir económicamente todas estas marranadas. Además de gozar de facilidades fiscales, a través de los bancos y las compañías aseguradoras los monopolios se apoderan de la enorme suma de los ahorros acumulados por la inseguridad existencial del pueblo. Por la escasez de finanzas los sistemas sociales, creadas con el trabajo del pueblo y pagados con impuestos, son privatizados en gran medida, es decir que se les pasa a manos de capitalistas privados que se vuelven más ricos aún. Para ello hay numerosos ejemplos como son el caso del ferrocarril, correo, de las telecomunicaciones, la compañía aérea Lufthansa, patios de colegios, prisiones (siguiendo el modelo inglés) y autopistas.

La creciente explotación también en Alemania se manifiesta por todas partes. Según el Instituto Federal de Estadística, a fines de 1995, 2,5 millones de personas vivían de ayuda social, lo que son 9,1% más que el año anterior. Preguntado por el futuro, los jóvenes nombraron en primer lugar el temor al desempleo (encuesta de Shell y Emnid). Por un lado más descuentos sociales, una mayor tasa de inflación, convenios colectivos desfavorables, ingresos reales decrecientes, la 'reforma de salud', recorte del pago continuado de salario y, por otro lado, la abolición del impuesto sobre el patrimonio y la elevación de los importes exentos del tributo de herencias son sólo algunos ejemplos conocidos de todos. Y con eso no basta: el vocero de asuntos de economía del partido liberal FDP O. G. Lambsdorff exige p. e. 'otras intervenciones en derechos y beneficios respaldados por contratos y leyes' (diario 'Hamburger Morgenpost', 20.9.96) y Helmut Kohl dice abiertamente que el Estado social se debe 'reconstruir para que se le pueda financiar y mantener a largo plazo' (diario 'Hamburger Morgenpost', 31.12.96). Y no hay cuando acabe, porque los capitalistas reaccionarán a cada crisis con más explotación y desmontaje de beneficios sociales aún mayor y, a cada crisis y a cada recuperación transitoria sigue inevitablemente la próxima crisis.

b) El imperialismo es parasitario
    "Según hemos visto, la base económica más profunda del imperialismo es el monopolio. Se trata de un monopolio capitalista ... Pero no obstante, como todo monopolio, el monopolio capitalista engendra inevitablemente una tendencia al estancamiento y a la descomposición. En la medida en que se fijan, aunque sea temporalmente, precios monopolistas, desaparecen hasta cierto punto las causas estimulantes del progreso, de todo avance, surgiendo así, además, la posibilidad económica de contener artificialmente el progreso técnico.

    Los monopolios, la oligarquía, la tendencia a la dominación en vez de la tendencia a la libertad, la explotación de un número cada vez mayor de naciones pequeñas o débiles por un puñado de naciones riquísimas o muy fuertes: todo esto ha originado los rasgos distintivos del imperialismo, que obligan a calificarlo de capitalismo parasitario o en estado de descomposición. Cada día se manifiesta con más relieve, como una de las tendencias del imperialismo, la formación de 'Estados rentistas', de Estados usureros, cuya burguesía vive cada día más a costa de la exportación de capitales y del corte de cupón.

    (Lenin, El imperialismo, fase superior de capitalismo, enero - junio 1916)

Mientras el Estado acumula cada vez más medios de producción, al mismo tiempo sus deudas suben en forma desmedida. El Estado federal y las administraciones comunales están completamente endeudados y algunos están insolventes. La deuda exterior sigue creciendo y sobrepasa en muchas partes los ingresos. El Estado ya no está en condiciones de satisfacer las necesidades elementales del pueblo, aunque cada día saca ganancias de miles de millones de la fuerza de trabajo pueblo. Así no sólo en Alemania se recorta los beneficios sociales. El endeudamiento de los EE.UU. sobrepasa lejos los 5.000 mil millones de dólares. Todo el aparato burocrático se infla más aún y se vuelve cada vez más corrupto. Al mismo tiempo un llamado 'capitalismo de casino' (uso especulativo del dinero) logra creciente importancia, aumentando las utilidades con la transferencia de capitales (en forma de dinero virtual). Este fenómeno ya Lenin lo caracterizó como 'corte de cupón' del imperialismo. Lo que se ha desarrollado es la forma (p.e. PED) y con ello la rapidez de acumulación de capital. El funcionamiento del sistema es paradójico: Cuando una empresa anuncia despidos las acciones suben y con ellas las ganancias (mentalidad de 'share-holders').

Toda la dimensión del carácter parasitario del imperialismo se manifiesta en el hecho que los países del Tercer Mundo tienen que pagar a los países imperialistas sólo por los intereses de la deuda externa anualmente cerca de 30% de su PBI. Sin mover un sólo dedo, es decir sin intervenir directamente en la producción, el capital de los imperialistas aumenta enormemente. Y con este capital ni siquiera se aumenta el poder adquisitivo para animar el mercado interno. Las consecuencias son pobreza, hambre, alta mortandad infantil en el Tercer Mundo etc. El sistema imperialista succiona el capital del trabajo del pueblo y no está en condiciones de solucionar el hambre y la miseria.

El mismo proceso de endeudamiento se muestra también en Alemania. El Estado - los estados fedérales y las comunas - han derrochado el dinero de los ciudadanos; los ingresos reales han bajado desde 1990. Si bien el Estado ha aumentado sus ingresos con cada vez mayores impuestos (según el último análisis de ingresos del Instituto Federal de Estadística los descuentos para impuestos y seguro social de las remuneraciones promedias llegan a más de cada tercer marco ganado), por su manejo parasitario del presupuesto está prácticamente en la bancarrota. Así la ciudad de Berlín (no menos que la capital) trata de salvar su situación para este año con la venta de la sociedad de electricidad BEWAG y la casa municipal de Hamburgo 'en interés de la próxima generación será dado de prenda' (Martin Westmeyer). Sólo en el presupuesto de la ciudad de Hamburgo faltan para los años 1997/98 tres mil millones de marcos y, en 1996, el gobierno federal tuvo que tomar un crédito mayor de lo previsto de 10 mil millones (!) de marcos. Con 2.122 mil millones de marcos, en 1996, el déficit público de la República Federal de Alemania ha sido más alto que nunca (revista 'Stern', 42/96). Ya no hay dinero para instituciones publicas, servicios sociales y cosas parecidas. Los impuestos, las tarifas del recojo de basura, el servicio de agua, electricidad, transporte ... suben frecuentemente. '¡Tenemos que ajustar el cinturón!', se predica, mientras por el otro lado (el propio) se gasta el dinero con las manos llenas. Así las 'dietas' de los parlamentarios suben permanentemente; en 1996 los ingresos promedios mensuales de un parlamentario ascendieron a 11300 marcos (revista Stern, 42/96) y la construcción del avión militar 'Eurofighter' a pesar de su alto costo (22 mil millones más x) no se cuestiona para nada. En 1995 se gastó 226 millones de marcos en subsidios para los partidos políticos que están en el parlamento. El presupuesto federal para 1998 muestra claramente la tendencia: Trabajo y Asuntos Sociales: - 1,3%; Salud: - 1,9%; Familia y Jóvenes: - 2,7%. Por otro lado: Deuda pública federal: +2,3%; Defensa: + 0,8% (en los medios de información sólo se resalta que es menos que antes); Asuntos Internos: + 1,8%; Oficina Presidencial. + 34,1%! Se sigue repartiendo los fondos en forma desigual y, de este modo el carácter parasitario de la sociedad se manifiesta cada vez con más claridad.

Otra de las características del imperialismo es el galopante aumento de la burocracia. Lo experimentamos si vamos p. e. a la oficina de empleo, a la oficina de migraciones o a la oficina de hacienda. El aparato se infla en forma constante y pierde crecientemente de efectividad. Las 'instituciones están predispuestas a la retardación' (Ralf Dahrendorf del partido liberal FDP en una entrevista con el diario 'Hamburger Morgenpost'). Existen numerosos ejemplos de censos fútiles (p. e. el censo de viveros). En Hamburgo en cinco años se aumentó el personal a alrededor de 4500 puestos, pero no en puntos sociales candentes. A eso se agrega la corrupción progresiva que ha llegado a tal grado que la misma prensa reaccionaria no puede ignorarla, aunque ahí sólo aparece la punta del iceberg (sólo queremos mencionar el llamada 'incidente del coche oficial' de la presidenta del parlamento Rita Süssmuth). Es una de las características esenciales del imperialismo que es parasitario y se muestra cada vez más claramente.

c) El imperialismo es agonizante

    "De todo lo que llevamos dicho sobre la esencia económica del imperialismo se desprende que hay que calificarlo de capitalismo de transición, o más propiamente de capitalismo agonizante."
    (Lenin, El imperialismo como fase superior del capitalismo, enero - junio de 1916)

El imperialismo se encuentra en un proceso prolongado de agonía que terminará con su muerte. Síntomas de descomposición, p. e. en el sector de la ciencia, cultura y educación están evidentes. La creciente socialización de la producción muestra que las condiciones objetivas se desarrollan hacia un nuevo sistema social, el socialista. Lo que se opone a esta tendencia es la apropiación individual, quiere decir que mundialmente la fortuna de 358 millonarios es equivalente a lo que gana cerca de la mitad de la humanidad. Estos multimillonarios, parte de la clase dominante, no están en condiciones ni dispuestos compartir la riqueza creada con todos los seres humanos. Si bien pretenden que están solucionando los problemas de la humanidad, los hechos muestran todo lo contrario, porque la miseria de los pueblos del mundo aumenta permanentemente. Crean una apariencia - aquí en Alemania mediante la democracia burguesa - que debe seguir asegurando su dominio, pero que impide el desarrollo de la producción y de la sociedad. El imperialismo se ha convertido en un obstáculo para el progreso de la humanidad porque condena a la mayor parte de la fuerza de trabajo a quedarse improductivo. El desempleo en Alemania crece y en los países del Tercer Mundo está mucho más alto aún (p. e. en el Perú el desempleo y el subempleo llegan a un total del 80% de la población económicamente activa y no existe seguro de desempleo).

La producción se rige por las leyes de la máxima ganancia y no por las necesidades de los seres humanos. Todo se subordina a los intereses de dividendos a corto plazo y no importa que de este modo se destruya el ambiente de vida de los hombres y sus perspectivas del futuro. La protección del medio ambiente sólo se impone si promete lucro. En Hamburgo, se elaboró un estudio que propone que se pague 'entradas' a un bosque para mantenerlo. Todo se convierte en lucro: el paseo en un bosque, el uso del espacio aéreo ('zonificación vertical') o otras cosas absurdas. Se levanta torres de oficinas aunque de antemano se sabe que no encontrarán inquilinos, en vez de construir viviendas que se necesita. Pero la ganancia rápida a través de la especulación es lo que determina. Muchas veces existen conocimientos científicos desde hace mucho tiempo y ni siquiera se las publica, aunque se trate de desarrollos de gran trascendencia para el futuro, porque se oponen a intereses momentáneos.

Todos los ejemplos mencionados son expresión de la recuperación de la economía imperialista que en forma específica también se expresa en Alemania. Es importante analizar este aspecto correctamente y examinar como se presenta esta situación en Alemania para sacar conclusiones del futuro desarrollo. Sin embargo, la recuperación transitoria no es duradera. Se trata de un proceso permanente de crisis económicas cíclicas que necesariamente conllevan recuperaciones transitorias, pero que se profundizan y aceleran cada vez hasta la muerte definitiva del imperialismo. Estas crisis del sistema imperialista se expresan igualmente en los planos políticos y ideológicos.