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ELECCIONES, NO! GUERRA POPULAR, SI! (4)


IV. ELECCIONES, NO! GUERRA POPULAR SI!

Enarbolar más aún el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, es decisivo para conquistar el Poder en todo el país, construir la República Popular del Perú y servir a la revolución proletaria mundial; coger más firmemente la invicta e inmarcesible ideología del proletariado en sus tres partes integrantes, la filosofía marxista, la economía política proletaria y el socialismo científico, no sólo para comprender el mundo sino principalmente transformarlo. Basar siempre la política en la todopoderosa verdad del marxismo-leninismo-maoísmo; hoy más que nunca cuando el marxismo enfrenta el siniestro ataque convergente de la nueva ofensiva contrarrevolucionaria revisionista encabezada por Gorbachov y Teng y del imperialismo. Más hoy cuando la proterva y sangrienta contrarrevolución mundial sueña con barrer al proletariado y su insustituible papel histórico , apuntando contra el corazón de la clase, su ideología, el marxismo-leninismo-maoismo; clase de la cual el Presidente Mao dijo: "El proletariado es la más grande clase en la historia de la humanidad. Es la clase revolucionaria más poderosa en lo ideológico, en lo político y por su fuerza; puede y debe unir en torno suyo a la aplastante mayoría para aislar al máximo al puñado de enemigos y atacarlo". Por esto, debemos partir de lo establecido por el Primer Congreso del Partido en la primera parte del Programa, resaltando los principios básicos:

" PROGRAMA

El Partido Comunista del Perú se fundamenta y guia por el marxismo-leninismo-maoismo, principalmente maoismo y, específicamente, por el pensamiento gonzalo como aplicación creadora de la verdad universal a las condiciones concretas de la revolución peruana hecha por el Presidente Gonzalo, jefe de nuestro Partido.

El Partido Comunista del Perú, vanguardia organizada del proletariado peruano que es parte integrante del proletariado internacional, asume muy especialmente los siguientes principios básicos:

* La contradicción, ley fundamental única de la incesante transformación de la materia eterna;

* Las masas hacen la historia y "La rebelión se justifica";

* Lucha de clases, dictadura del proletariado e internacionalismo proletario;

* Necesidad del Partido Comunista marxista-leninista-maoísta que aplique con firmeza la independencia, la autodecisión y el autosostenimiento;

* Combatir el imperialismo, el revisionismo y la reacción indesligable e implacablemente;

* Conquistar y defender el Poder con la guerra popular;

* Militarización del Partido y construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución;

* Lucha de dos líneas como fuerza impulsora del desarrollo partidario;

* Transformación ideológica constante y poner siempre la política al mando;

* Servir al pueblo y a la revolución proletaria mundial; y,

* Desinterés absoluto y justo y correcto estilo de trabajo."

De la ideología del proletariado, del marxismo-leninismo-maoismo necesitamos centrar la atención, hoy, en las siguientes cuestiones, pero en los propios textos de los clásicos. Comencemos por como Marx definio el comunismo, en 1850, en "La lucha de clases en Francia": "el proletariado va agrupándose más y más en torno al socialismo revolucionario, en torno al comunismo,...Este socialismo es la declaración de la revolución permanente, de la dictadura de clase del proletariado como punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que estas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales."(Lo subrayado esta en cursiva en el original; igualmente será en las citas que siguen).

SOBRE LA VIOLENCIA REVOLUCIONARIA Y EL CRETINISMO PARLAMENTARIO.

La violencia revolucionaria y el cretinismo parlamentario forman una contradicción antagónica y evidentemente una cuestión fundamental del marxismo. Ya Marx hablo de la violencia como partera de la historia y en el Manifiesto, Junto con Engels, sentó: "Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Que las clases dominantes también ante una Revolución Comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella mas que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. !PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!".

Así como Lenin escribió: "Sin una guerra civil no ha habido todavía ninguna revolución importante en la historia, sin una guerra civil ningún marxista serio se imagina el tránsito del capitalismo al socialismo"; reiterando que "entre el capitalismo y el socialismo media un largo período de 'dolores de parto'- que la violencia es siempre la partera de la vieja sociedad" y que el Estado burgues "no puede sustituirse por el Estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la 'extinción', sino solo, por regla general, mediante la revolución violenta"; así como insistió en que "la necesidad de educar sistemáticamente a las masas en ésta, precisamente en esta idea sobre la revolución violenta, es algo básico de toda la doctrina de Marx y Engels".

De igual manera el Presidente Mao Tsetung partiendo de "todos los comunistas tienen que comprender esta verdad: El poder nace del fusil", estableció "...en sociedad de clases las revoluciones y las guerras revolucionarias son inevitables, pues sin ellas no puede haber saltos en el desarrollo social, las clases dominantes reaccionarias no pueden ser derrocadas ni el pueblo puede conquistar el poder político"; "la tarea central y la forma superior de una revolución es la toma del Poder por medio de las armas, es la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países"; y, "La experiencia de la lucha de clases en la era del imperialismo nos enseña que sólo mediante el poder del fusil pueden la clase obrera y las masas trabajadoras derrotar a la burguesía y los terratenientes armados; en este sentido podemos decir que solamente con fusiles puede transformarse el mundo entero".

En cuanto al cretinismo parlamentario condenado por Marx, Lenin fue sumamente contundente: "Los bernsteinianos aceptaron y aceptan el marxismo con excepción de su aspecto directamente revolucionario. Consideran la lucha parlamentaria no como uno de los medios de lucha que se utiliza particularmente en ciertos períodos históricos, sino como la forma de lucha principal y casi la exclusiva, que hace innecesarias la `violencia', la `toma', la `dictadura'." Y: "Sólo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder."; y: "Esto es ya el más puro y el más vil oportunismo, es ya renunciar de hecho a la revolución acatándola de palabra." (Las citas de Lenin en este párrafo corresponden al folleto "La revolución proletaria y el revisionismo de Jruschov" del PCCH).

Ligada a esta contradicción tener en cuenta la posición de Marx sobre las elecciones, ya transcrita, sobre la periódica autorización a los oprimidos para que elijan a sus opresores; y principalmente la del Presidente Mao: "Algunos dicen que las elecciones son algo muy bueno y algo muy democrático. Por lo que a mí respecta, elecciones es sencillamente una palabra rimbombante, y no creo que hayan ningunas elecciones genuinas. El distrito de Pekín me ha elegido a mí para servir como representante a la Asamblea, Nacional Popular, pero cuántos en Pekín realmente me entendían? Yo percibo que el cargo de Premier de Chou En-lai fue un nombramiento del Comité Central."

Estrechamente vinculada a la cuestión de la violencia revolucionaria y el cretinismo parlamentario, está la inobjetable y demoledora posición de Lenin sobre el revisionismo en el frente sindical, planteada en "La bancarrota de la II Internacional":

"Las organizaciones legales de masas de la clase obrera son tal vez el signo distintivo más importante de los partidos socialistas correspondientes a la época de la II internacional...Era evidente que el paso a las acciones revolucionarias significaba la disolución de las organizaciones legales por la policía, y el viejo partido, desde Legien hasta Kautsky inclusive, sacrificó los objetivos revolucionarios del proletariado al mantenimiento de las actuales organizaciones legales. Por mucho que se quiera negarlo, el hecho está ahí. El derecho del proletariado a la revolución ha sido vendido por el plato de lentejas de unas organizaciones autorizadas por la ley policiaca vigente.

Un cuadro muy edificante. Esta gente ha sido tan corrompida y tan embrutecida por la legalidad burguesa que ni siquiera puede comprender la necesidad de otras organizaciones, la necesidad de unas organizaciones ilegales que dirijan la lucha revolucionaria. Esta gente ha llegado a imaginarse que los sindicatos legales, existentes por gracia de la autorización policiaca, representan un límite, mas allá del cual no se puede pasar; que se puede concebir, en general, el mantenimiento de esos sindicados en época de crisis como sindicatos dirigentes. Ahí tenéis la dialéctica viva del oportunismo: el simple crecimiento de los sindicatos legales, la simple costumbre de unos filisteos algo obtusos, aunque concienzudos , a no hacer más que llevar libro de contabilidad, ha tenido por consecuencia que en el momento de la crisis estos concienzudos filisteos se han convertido en unos traidores, en unos tránsfugas, en unos estranguladores de la energía revolucionaria de las masas. Y esto no ha ocurrido por azar. El tránsito a la organización revolucionaria es una necesidad, lo exige el cambio de la situación histórica, lo reclama la época de las acciones revolucionarias del proletariado; pero este tránsito sólo es posible si se realiza pasando por encima de los antiguos líderes, estranguladores de la energía revolucionaria, pasando por encima del viejo partido, destruyéndolo.

Pero los filisteos contrarrevolucionarios, como es natural, claman: "anarquismo"; igual que clamaba "anarquismo" el oportunista E. David cuando arremetía contra Carlos Liebknecht. Por lo visto, los únicos socialistas honrados que quedan en Alemania son los dirigentes a quienes los oportunistas acusan de anarquismo..."






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