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EL MARXISMO, MARIATEGUI Y EL MOVIMIENTO FEMENINO. (3)


III. DESARROLLAR EL MOVIMIENTO FEMENINO SIGUIENDO A MARIATEGUI.

1.- Vigencia de Mariategui.

Por todo lo expuesto, una conclusión se impone: las tesis que Mariategui sostuvo sobre el problema femenino son resultado de la consecuente aplicación del marxismo-leninismo a las condiciones especificas de una sociedad semifeudal y semicolonial como la nuestra. Sobre esto, por lo general, no hay discrepancia y aunque no se expresa una adhesión abierta, por lo menos con el silencio se muestra una aparente aceptación de aquella conclusión. Mas el problema no es si el pensamiento de Mariategui es una correcta aplicación del marxismo al país, la cuestión central es una: la vigencia actual de su pensamiento; tema acerca del cual, y para no romper lanzas contra el inmenso y creciente prestigio de Mariategui, a la vez que se expresa un aparente reconocimiento se cuestiona su vigencia invocando el transcurso de mas de 40 anos y enarbolando, errónea y taimadamente, la necesidad de tener en cuenta los desarrollos creadores del marxismo para superarlo.

El análisis de este punto nos lleva a revisar, aunque sea de paso, algunas posiciones que sobre el problema femenino han sido sustentadas en el país. Así, el notable y pugnaz pensador don Manuel Gonzalez Prada, se ocupo de este problema en su Las Esclavas de la Iglesia, en 1904, trabajo que se encuentra en Horas de Lucha; allí a la vez que se expone importantes conceptos como: No se conoce bien al pueblo sin haber estudiado la condición social y jurídica de la mujer, La elevación moral de un hombre se mide por el concepto que se forma de la mujer: para el ignorante y brutal no pasa de ser una hembra, para el culto y pensador es un cerebro y un corazón, Si llevamos el nombre de nuestro padre, representamos la hechura moral de nuestra madre....

La fuerza motriz el gran propulsor de las sociedades, no funciona bulliciosamente en la plaza ni en el club revolucionario, trabaja silenciosamente en el hogar, los que sirven a centrar la atención en la importancia de la mujer; por otro lado, expresaba ideas tales como La emancipación de la mujer, como la libertad del esclavo, no se debe al Cristianismo, sino a la Filosofía, En las naciones protestantes se realiza tan seguramente la ascensión femenina que ya se prevé la completa emancipación, Los esclavos y los siervos deben su dignidad de personas al esfuerzo de los espíritus nobles y abnegados; la mujer católica se emancipara solamente por la acción enérgica del hombre y en las batallas por la idea no se conoce auxiliar mas poderoso que el amor.

Así se ve que Gonzalez Prada a la vez que seņala y denuncia la opresión sobre la mujer, el importante papel que cumple y la necesidad de ocuparse del problema femenino y plantea la emancipación de la mujer, aunque para él la raíz de la cuestión sea el catolicismo que domina en las mujeres, crea en la posible emancipación femenina bajo el capitalismo y centra el problema en el individuo, sus ideas significan un aporte, como en otros temas, al estudio del problema de la mujer en el país.

Y estas ideas resaltan mas cuando vemos casi 30 anos después que Jorge Basadre plantea:

Gregorio Maraņon ha reivindicado el rol esencial de la mujer que es el amor; en tanto, que el rol esencial del hombre es el trabajo... Por eso el niņo prefiere jugar con soldados, símbolo de lucha, de esfuerzo, afán de supremacía; mientras la niņa prefiere jugar con las muņecas, precozmente maternal...

En virtud de un mandato de la naturaleza, el encanto de la mujer criolla, aun en el caso de que no es mestiza, se diferencia del de las mujeres de otras latitudes con un propio sabor frutal o vegetal... Como, en cambio la superioridad mas alta del hombre esta en la mente y como la mente americana vegeta todavía influenciada en forma determinante por Europa, el hombre es en América, inferior en su conjunto, a la mujer... En suma, una gloria americana se pierde o se achica... Una mujer de América que sea representativamente hermosa, puede, en cambio interesar en cualquier parte (Perú: Problema y Posibilidad cap. XI). Aquí la posición es tan claramente reaccionaria que huelgan los comentarios.

Si en Basadre las clases dominantes nos hablan de una naturaleza femenina cuya esencia es el amor, las mismas en 1940 se expresan a través de Carlos Miro Quesada Laos de la siguiente manera:

El rol de la mujer en la vida moderna es múltiple. Ya no son los tiempos - para siempre idos -, en que el trabajo le estaba vedado. Todo lo contrario. Hoy la mujer trabaja en diversas actividades... Porque ha demostrado que puede actuar tan eficientemente como el hombre... Esta, pues, en el deber de estudiar, de prepararse para el porvenir. Y si en esas labores las mujeres comparten las obligaciones con los hombres, en otra son y serán siempre mejores que los hombres. Y es que la mujer pone en la vida muchas cosas que le son innatas. Tiene manos de madre y de enfermera... Esa es la feminidad. que, gracias a Dios no perderán jamas, a despecho del siglo XX, de las guerras y de las teorías revolucionarias. La palabra consuelo evoca a la mujer... El creador después de hacer al hombre... La puso a su lado para que fuera su compaņera, para que le sirviera de estimulo y dulzura en la existencia... Hay que obedecer primero a los padres, luego a los maestros, mas tarde al marido y siempre al deber (Tres Conferencias, Lima 1941).

Con Basadre los explotadores posponen el trabajo femenino; con Miro Quesada, habidas nuevas exigencias, exaltan y demandan el trabajo de la mujer. Mas en el fondo de ambos late la naturaleza femenina. Pero no solamente en este campo se dan estas ideas; posiciones incorrectas se encuentran también en escritos y revistas que dicen ser revolucionarias y hasta adherir al marxismo; en ellas se expresan conceptos como los siguientes:

Hablando del Sentido de la vida, que participan en el cambio social permitirá, entendemos que a la mujer, deshacerse de su problema existencial, ya que el sentido de la vida reside entonces en el provecho que cada individuo puede ofrecer a su prójimo por medio de su voluntad y esfuerzo. Tratando el tema Mujer y Sociedad luego de intentar esbozar la tesis de Engels sobre el desarrollo de la familia se plantea, estamos posesionados del mito de la inferioridad de la mujer. Y de esto se deriva la necesidad de la liberación de la mujer... su liberación solo puede darse cuando se cambie tal estructura económico-social con el desarrollo de una sociedad nueva; se destaca así la liberación y ambigua e imprecisamente su fondo social para concluir centrándose en como normar la relación entre sexo que responde a la nueva ideología. Si la mujer es igual o debe ser igual al hombre, las bases de tal relación serian:

a) liberar a la mujer de las alienaciones religiosas...,b) ejercitar el derecho a elegir a su compaņero, sin obedecer a prejuicios sobre la iniciativa masculina...c) no entender la liberación de la mujer como sinónimo de amor libre... y ( y menos mal ! ) d) siendo la mujer igual al hombre, no deberá apartarse de la política, aduciendo su condición femenina... el amor, como punto de partida de un cambio social, debería ser el estimulo para que la juventud (hombres y mujeres) luchen por construir un mundo igualitario sin opresiones ni injusticias. Y publicando el cuento El Paneton del Desocupado, cuento navideņo se difunde sagazmente la generosidad de la mujer y el egoísmo del hombre, solapada versión de naturaleza femenina: Luego los dos fantasmas se han quedado en silencio. Cada uno de los pensamientos por su lado. La mujer en su pasado; el hombre en su futuro. La mujer, en lo que debe hacerse; el hombre en lo que puede hacer para él. Una generosidad y un egoísmo, siempre clavados de frente, siempre forcejeando en lo oscuro de su conciencia. (Revista MUJER números 1 y 2: aunque no están fechadas se ubican en la parte final de la década del 60). Evidentemente, las ideas contenidas en las revistas MUJER; pese a su aparente posición revolucionaria y marxista, revelan un nítido fondo burgués; en modo alguno expresan una posición proletaria sobre el problema femenino.

Qué nos demuestra este recuento?. Una verdad monda y lironda que, la cuestión no es en absoluto el tiempo en que se plantean las posiciones ni el problema es tener en cuenta los desarrollos creadores del marxismo lo central es la posición de clase en que se sustenta un planteamiento. Hemos visto una posición anterior a Mariategui, la de Gonzalez Prada que no obstante ser anterior a él en unos 30 anos encierra elementos positivos; así como una posición coetánea, la de Basadre, que es abiertamente reaccionaria; finalmente dos posiciones posteriores a él, la de Miro Quesada aunque renovando criterios también reaccionaria y la de la revista MUJER, mas de 30 anos posterior a Mariategui y hasta con pujos de marxista, definidamente adhiriéndose a posiciones burguesas pero con pretensiones de presentarse revolucionaria y al servicio de la emancipación femenina.

Qué se concluye ? Lo que decíamos, el problema es el fundamento de clase que sustenta una posición, en este caso una posición sobre el problema femenino. Con Mariategui, exponente cumbre de nuestra clase obrera, se establece la posición del proletariado sobre el problema de la mujer, él ha sentado las bases de la línea política proletaria sobre esta cuestión y sus posiciones son plenamente vigentes, en éste como sobre los demás de la política revolucionaria del proletariado en nuestro país. Por tanto, el desarrollar un movimiento femenino popular exige, hoy mas que nunca, adherir firme y consecuentemente el pensamiento de Mariategui partiendo de aceptar su vigencia.

2.- Retomar el camino de Mariategui.

La lucha de las mujeres peruanas tiene larga tradición y la de las proletarias, sellada con su sangre, mas de 50 anos. Asimismo las organizaciones femeninas tienen larga data:; sin embargo, el proceso organizativo de la mujer peruana ha entrado en expansión en la década del 60 avizorándose su brillante perspectiva, aunque larga y sinuosa.

Actualmente tenemos una multiplicidad de organizaciones de diferente extensión y nivel y, lo que es mas importante, germinando antiguas semillas apunta ya la formación de un verdadero movimiento femenino popular. Tenemos hoy un ya cincuentenario Consejo Nacional de Mujeres sustentado en la caduca y superada tesis des la naturaleza femenina; un Movimiento de Derechos de la Mujer que enarbola un feminismo que apunta a la liberación de la dependencia del hombre; una gama de organismos en formación que alienta el régimen vigente en beneficio de su proceso corporativista, bajo la orientación y control de Sinamos y bajo la concepción de su participación de la mujer, parte de su democracia de participación plena, que oculta que la raíz de la opresión femenina es la propiedad privada y que el sometimiento de la mujer se inicio con ella, que tergiversando nuestra historia y usando un materialismo vulgar y rastrero propagandiza en 1968 se inicia el proceso revolucionario que busca a la auténtica liberación de la mujer con igualdad política y participación activa para concluir somos nosotras las que debemos crear las diferentes formas de organización femenina recalando en solapado y artero feminismo burgués. Y una Unión Popular Nacional de Mujeres Peruanas, organismo del oportunismo de derecha que ha montado, como siempre, un aparato colaboracionista dedicado totalmente al servicio del régimen.

Este incremento y reimpulso organizativo de las masas femeninas exige investigar seriamente el problema de la mujer y analizar clásicamente las organizaciones existentes o en formación; así se delindara campos para establecer, como en otros terrenos, las dos líneas en el problema de la mujer: la contrarrevolucionaria bajo el comando del imperialismo y la burguesía intermediaria y la revolucionaria cuyo mando y centro es el proletariado. Así se servirá al desarrollo organizativo del movimiento femenino popular, el que requiere necesariamente que su construcción se libre en medio de la lucha de las dos líneas, expresión de la lucha de clases y de los intereses afines y contrapuestos de las clases en contienda. Claro esta y esto no se debe olvidar, que dentro de cada línea hay variantes y diferencias en función de las clases agrupadas en torno a cada línea; de ahí que el problema consista en establecer las dos líneas contrarias y, dentro de cada una las variaciones y matices de las mismas., y la posición que esta al mando en cada línea que respondiendo a la clase que dirige da su carácter revolucionario o contrarrevolucionario a cada una de las líneas en lucha.

Por todo lo expuesto nos lleva pues a la necesidad de retomar el camino de Mariategui en el problema de la mujer, a fin de servir a la formación y desarrollo de un MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR concebido como un movimiento generado por el proletariado en las masas femeninas con las siguientes características: 1) Adherido al pensamiento de Mariategui, 2) Organización clasista de masas, 3) Sujeto al centralismo democrático.

La construcción de tal MOVIMIENTO nos plantea dos problemas: 1) la construcción ideológico-política que implica, necesariamente dotarlo de Principios y Programa; 2) la construcción orgánica, a la que podemos servir formando núcleos o grupos de activistas que llevando principios y programa a las masas femeninas - obreras, campesinas, profesionales, universitarias, secundarias, etc. -, trabajen por la politización de la mujer, movilizándolas a través de sus luchas y organizándola para adherirla a la lucha política, acorde con la orientación y política del proletariado.

Para concluir este aporte al estudio y comprensión del problema de la mujer es pertinente transcribir una Declaración de Principios y Programa que hace algún tiempo circula en nuestro medio, documentos que, entendemos subrayando su carácter de proyectos, pueden servir como base de discusión útil a la construcción ideológico-política del MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR en marcha.


DECLARACION DE PRINCIPIOS


Con la aparición de las clases, que marca el comienzo de la explotación, se inició también el peso opresor sobre la mujer; de esclava a sierva, de sierva a obrera. Hasta hoy, donde hay explotadores la mujer está sojuzgada y esta situación sólo puede acabar cuando caigan de raíz las bases clasistas de opresión.

De la esclavitud femenina de ayer a la igualdad formal de hoy median siglos de lucha callada y tenaz o de violencia de masas que arrancaron conquistas en batallas sin cuartel. La sociedad se desarrolla en medio de la lucha de clases y las masas en combate la hacen progresar.

El avance de las mujeres ha sido y es el avance del pueblo. Pero no han sido pasivas beneficiarias, sino hermanas combatientes y luchadoras decididas de la causa de los oprimidos y militantes de primera fila; las trincheras del pueblo en todas partes llevan también las huellas imborrables de su sangre. La mujer no es, como se dice apolítica e indiferente; la mujer es, en especial la del pueblo, combatiente revolucionaria.

Las hijas de las clases oprimidas, obreras, campesinas y trabajadoras han dado gloriosos nombres que engalanan las gestas emancipadoras de las masas: Rosa Luxemburgo y Liu ju-Lan, son ejemplos de la lucha revolucionaria internacional y en nuestro pueblo Micaela Bastidas.

Es que la mujer no es un simple ser pasivo, ni banal adorno doméstico ni apolítico instrumento; la mujer con conciencia de clase es luchadora infatigable y militante decidida.

La mujer peruana también ha sido y es combatiente popular, y como parte de nuestro pueblo, ha combatido junto a él a lo largo de nuestra historia; la lucha de la mujer de nuestra patria tiene su síntesis: Micaela Bastidas.

Las mujeres de hoy sufren opresión y explotación y éstas tienen una causa: la situación semicolonial y semifeudal de nuestro país; situación que al pesar como montaņas sobre nuestro pueblo redoblan su peso sobre las masas femeninas del Perú.

En esta sociedad cuyas masas se alzan contra el imperialismo y el feudalismo, las mujeres están tomando emplazamiento de combate y lanzan su claro grito de guerra para unirse al rugiente grito de nuestro pueblo. La lucha de la mujer peruana es parte de la lucha del pueblo oprimido y explotado y sus enemigos son los mismos. Sus luchas comunes y su éxito final incontenible y necesario será también el mismo éxito triunfal y liberador.

Si bien la mujer peruana nunca ha dejado de combatir los tiempos que corren, exigen su participación más amplia y profunda.

Hoy cuando las clases dominantes profundizando el capitalismo dependiente del imperialismo en el país; cuando aplicando concepciones antidemocráticas y verticalistas se apunta a organizar a las masas con moldes corporativistas negadores del principio de la lucha de clases; hoy cuando se propicia la movilización y la organización femenina al margen de la lucha popular y en pro de los dominantes, el MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR de Ayacucho reinicia su marcha combatiente y, con clara conciencia de la situación de nuestra patria, se lanza a la lucha por la movilización clasista de la mujer peruana, al servicio de la revolución democrático-nacional.

Esta tarea se cumplirá ciņéndose a principios sustanciales:

- Sólo es posible cumplir un papel revolucionario consecuente y firme siguiendo la invencible luz del Pensamiento de Mariátegui.

- Las masas se liberan a sí mismas y a ellas hay que servir haciéndoles tomar conciencia de su papel creador en la historia.

- En nuestro país las masas a las cuales debemos ir son las obreras y campesinas principalmente, y siempre orientándonos a las más pobres y explotadas

- Para movilizar y organizar es necesario investigar y propagandizar; esto es conocer los problemas concretos de las masas y desarrollar en medio de ellas agitación y propaganda revolucionarias.

- Hay que organizarse en todas las formas que el proletariado ha creado y desarrollado. La mujer debe participar en todas ellas.

- Las mujeres sólo pueden organizarse correctamente si es que lo hacen siguiendo un principio clasista de agrupar a las mujeres partiendo de su posición de clase.

- Sin conciencia política clara y justa no hay alma, esto es seguir consciente y firmemente las leyes de la lucha popular en nuestra patria.

- Partir de las necesidades fundamentales y primarias de las masas para elevar paso a paso, mediante la lucha, la conciencia política, partir de las necesidades y problemas más concretos de las mayorías y elevarlas políticamente.

- La lucha revolucionaria sólo puede triunfar uniéndose todos los pueblos y clases oprimidos, pero lo principal es apoyarse en los propios esfuerzos.

- Bajo estos principios, para cumplir el objetivo de movilización clasista de la mujer peruana, el MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR de Ayacucho empeņa su esfuerzo, tenacidad y lucha para uniéndose a otros similares, crear y desarrollar el MOVlMIENTO POPULAR de nuestra patria como movimiento generado por el proletariado en las masas femeninas, con tres características: 1) Adherido al Pensamiento de Mariátegui; 2) como organización clasista de masas, y 3) sujeto al centralismo democrático.

1976

MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR



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